"Se firmarán los términos de adhesión a la Red de Apoyo a la Inversión de la Diáspora. Estamos hablando de una red que cuenta con 300 entidades y que es esencial para que podamos conectar servicios como las diferentes áreas de gobierno, entidades regionales, municipios o incluso asociaciones empresariales que tienen y pueden apoyar la inversión de la diáspora [en Portugal] y tienen instrumentos para ello", dijo Paulo Cafôfo a Lusa.

Para el Secretario de Estado de las Comunidades Portuguesas, se trata de "una gran familia que buscará atraer inversiones y personas" a Portugal.

"Estamos hablando de cinco millones de personas entre portugueses que viven en el extranjero y descendientes de portugueses, y aquí hay una dimensión económica que hay que potenciar", dijo Cafôfo.

La idea es que estos emigrantes y descendientes de portugueses se sientan atraídos a realizar inversiones en el país, más concretamente en sus tierras de origen, permitiendo el desarrollo de la economía local, pero también de la nacional, explicó el funcionario a Lusa.

"Estamos hablando de la importancia económica que las comunidades portuguesas pueden tener en el desarrollo del país y en la internacionalización de nuestra economía, con ventajas" en la lucha contra la despoblación y la desertización del territorio, ya que una mayor inversión atrae también "a más personas, sobre todo en territorios de baja densidad [de población] o del interior", consideró.