Los miembros del partido BE consideran que, de la forma en que se implantó, la gratuidad del transporte público para los estudiantes menores de 23 años crea "desigualdades e injusticias" porque sólo cubre a los que tienen residencia fiscal en la capital, dejando fuera a muchos otros estudiantes.

La gratuidad del transporte público en Lisboa para los jóvenes estudiantes de enseñanza superior hasta los 23 años, con la excepción de los matriculados en cursos de Medicina y Arquitectura hasta los 24 años, tiene como requisito obligatorio que los estudiantes tengan domicilio fiscal en el municipio, lo que excluye a los desplazados, incluidos los beneficiarios de becas.

"Lisboa es una de las ciudades con más estudiantes desplazados, y éstos son los que tienen más dificultades económicas para mantener su trayectoria de estudios", dijo la diputada Isabel Neto en la presentación de la recomendación.

Isabel Neto también mencionó que este transporte gratuito para los estudiantes menores de 23 años debería extenderse "gradualmente" a toda el área metropolitana de Lisboa.

Ante los diputados, el vicepresidente de la Cámara de Lisboa, Filipe Anacoreta Correia (CDS-PP), dijo que el ayuntamiento "no tiene ningún inconveniente en que el abono se extienda".

"El objetivo es que [la gratuidad] no sea sólo para Lisboa, sino que sea una medida que se abra paso en el área metropolitana y que pueda extenderse a todo el país, pero eso no depende de nosotros".

La recomendación del BE fue aprobada con los votos en contra de Aliança, Iniciativa Liberal, CDS-PP y Chega y los votos a favor del resto de bancadas (BE, Livre, PEV, PSD, PS, PCP, PAN, PPM, MPT y diputados no inscritos).