Las cifras publicadas por la base de datos estadísticos de la Fundación Francisco Manuel dos Santos con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, revelan que el impacto de la inflación - que alcanzó un máximo en septiembre que no se veía desde 1992 - reduce el poder adquisitivo de los que reciben el salario mínimo de 705 euros a 639 euros.
Las personas que reciben la pensión mínima de vejez e invalidez (278,05 euros) se quedan efectivamente con 252 euros debido a la inflación, 25,9 euros menos de poder adquisitivo que hace un año.
Mayor riesgo de pobreza
El estudio de Pordata advierte de que en 2020, el primer año de la pandemia, el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, que venía bajando desde 2014, aumentó un 12,5%, lo que hizo que Portugal pasara del 13º al 8º puesto entre los 27 países con más población en riesgo de pobreza de la Unión Europea.
Entre 2019 y 2020, Portugal empeoró su posición en otros dos indicadores relacionados con la pobreza: la tasa de riesgo de pobreza (del 12º al 10º) y la desigualdad en la distribución de la renta (del 10º al 8º).
Los grupos más afectados por la pobreza en Portugal son los hogares con hijos a cargo, los menores de 18 años y los desempleados, revelan los datos de Pordata.
En Portugal, el valor por debajo del cual se considera pobre a alguien fue, en 2020, de 6.653 euros al año, lo que equivale a 554 euros al mes (en 12 meses).
Casi el 40% de los hogares con declaración de la renta en 2020 ganaron sólo 833 euros mensuales en 2020.