Las posiciones fueron compartidas en un debate plenario de la Asamblea de la República sobre los proyectos de ley de los grupos parlamentarios del Partido Socialista(PS), Pueblo-Animales-Naturaleza(PAN), Livre, Bloco de Esquerda(BE) y Chega.
El Parlamento debatió ocho proyectos de ley sobre orientación sexual, identidad de género y características sexuales.
Cuatro de los proyectos piden la prohibición y penalización de las llamadas "terapias de conversión", que pretenden corregir supuestas prácticas desviadas de la norma, como la homosexualidad o la transexualidad.
Al inicio del debate, la diputada del BE Joana Mortágua afirmó que la ley de autodeterminación de identidad de género, aprobada en 2018, aún no está regulada en los colegios.
BE, al igual que PS, PAN, Livre, también defienden que se prohíban las prácticas de conversión, señalando que se siguen denunciando casos y que estas prácticas se basan en métodos que infligen sufrimiento físico y psicológico y causan traumas, al tiempo que destacan que "no hay nada que curar".
Los cuatro partidos proponen la prohibición de cualquier práctica dirigida a la conversión forzada de la orientación sexual, identidad o expresión de género, criminalizando el acto y a quienes realicen prácticas no consentidas de cambio de características sexuales.
La portavoz del PAN, Inês Sousa Real, aseguró que se trata de un asunto de derechos humanos.
"El debate de hoy (...) se trata de reconocer a las personas por lo que son. Se trata de garantizar que un niño y un joven de educación primaria de un pequeño pueblo o ciudad no tenga que esperar a ir a la universidad en Lisboa, Oporto o Coimbra para ser quien es", subrayó.
La diputada del partido Chega, Rita Matias, acusó al PS de no abordar los "verdaderos problemas" de la Educación, como las huelgas de profesores y los alumnos sin clases.