Al ser preguntado por la "eterna" rivalidad con Lionel Messi, en un momento en el que ambos se encuentran en continentes (y etapas profesionales) diferentes, el capitán de la selección portuguesa respondió con diplomacia.

"La rivalidad ya no existe, pero era una buena rivalidad, que gustaba mucho a los espectadores. Pero a quien le guste Cristiano no tiene por qué odiar a Messi. O viceversa. Los dos somos buenos, o muy buenos, cambiamos la historia del fútbol y seguimos cambiando y somos respetados en todo el mundo", dijo.

"Somos respetados en todo el mundo, independientemente de que juguemos fuera de Europa. Lo ha hecho bien por lo que he visto y yo también. El legado continúa. Incluso lo he dicho varias veces, compartimos escenario durante 15 años y somos... No diré amigos, porque nunca he cenado con él, pero somos colegas de profesión", añadió.