Los ayuntamientos asumen los costes de reparación de los daños y después contribuye el Gobierno, que ya ha aportado 70 millones, según informa Jornal de Notícias.
Estos fenómenos han afectado a 150 municipios desde 2017, con la mayoría de los ayuntamientos preocupados por el aumento de este tipo de fenómenos extremos, sobre todo después de las inundaciones invernales del año pasado, que fueron las más costosas. Las autoridades locales sufrieron una pérdida de 97 millones de euros solo para hacer frente a las inundaciones, habiendo recibido 48 millones de apoyo del Gobierno.
Loures fue el municipio con mayores pérdidas en las inundaciones del invierno pasado, con un gasto declarado de 19,2 millones. "Hubo terrenos que se derrumbaron, carreteras que quedaron intransitables y mucho mobiliario urbano dañado. Fueron cuatro millones sólo en equipamientos y 16 millones en carreteras", declaró el alcalde Ricardo Leão.