"En este momento, en Guarda tenemos la A25 restringida al tráfico con un corredor de emergencia, con una concentración de 200 tractores. En Portalegre, en la frontera de Caia en dirección Portugal-España, tenemos una marcha lenta con obstrucción del tráfico en esta carretera, con una concentración de 200 tractores", dijo el capitán João Lourenço, de Relaciones Públicas de la GNR.

La misma fuente también dijo que en Santarém hay una concentración de 100 tractores en Golegã, con obstrucción del tráfico en el puente de Chamusca.

"En Beja, entre Vila Verde y Ficalho, en la carretera nacional 260, tenemos una concentración de unos 45 tractores y cuatro vehículos pesados", dijo.

A GNR está, segundo o Capitán João Lourenço, acompanhando o movimento dos agricultores portugueses, cometiendo várias valências.

"Estamos patrullando donde hay una acumulación de personas y vehículos con el fin de garantizar la seguridad vial, la fluidez del tráfico, el orden público y la tranquilidad, especialmente en estos lugares donde hay una concentración de personas, garantizando corredores alternativos en las carreteras principales", dijo.

Según la GNR, no se registraron incidentes significativos de alteración del orden público en torno a las 07:30 horas, a pesar de las restricciones de tráfico.

"Hacemos un llamamiento a todos los que están en esta protesta para que no pongan en peligro los derechos de las personas, en este caso, el derecho a la movilidad", dijo.

El grupo también cerró la autopista A6, en ambos sentidos, a un kilómetro de Badajoz (España), con el tráfico circulando por una carretera secundaria bajo la "mirada" de las autoridades de Portugal y España.

Los agricultores salen hoy a la calle con sus tractores, protestando de norte a sur, en demanda de la revalorización del sector y de condiciones más justas, en una protesta que se espera bloquee varias carreteras, como ha ocurrido en otras partes de Europa.

La protesta, iniciativa del Movimiento Civil Campesino, se produce un día después de que el Gobierno anunciara un paquete de más de 400 millones de euros, destinado a paliar el impacto causado por la sequía y a reforzar el Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC).

El paquete incluye, entre otras, medidas productivas por valor de 200 millones de euros, que garantizan la cobertura de los déficits de producción, y la creación de una línea de crédito de 50 millones de euros, con tipo de interés cero. Según un comunicado publicado el miércoles 31 de febrero, el movimiento reivindica el derecho a una alimentación adecuada, condiciones justas y la valorización de la actividad.