"Esta ciudad solidaria [se] demuestra también en el esfuerzo que estamos haciendo en materia de vivienda. El lunes entregué otras 30 llaves a lisboetas que las necesitan. Desde el inicio del mandato, han sido 1.823 llaves, 1.823 familias, que cambiarán de vida porque tienen un techo, a eso nos comprometimos", afirmó Carlos Moedas (PSD).

El alcalde, que hablaba con motivo de la presentación de información escrita en la Asamblea Municipal de Lisboa, sobre la actividad del ejecutivo, también destacó "el esfuerzo para ayudar a más de 1.300 familias con apoyo a la renta", y que, después de otra edición del programa de apoyo al arrendamiento, el municipio tiene ahora "704 solicitudes" para analizar y siempre con el mismo objetivo de "apoyar a los que más lo necesitan".

"Es con estos logros tangibles como resolvemos el problema de la vivienda, no es con discusiones ideológicas, si es público, si es privado, si es el ayuntamiento" o el Estado, "se trata de resolver el problema con ayudas muy concretas", ha subrayado.

En la "rendición de cuentas", como la llamó, Moedas destacó que, en los 50 años del 25 de Abril, "Lisboa también se ha sumado a la gran fiesta de la democracia", con "un programa amplio y abierto, con cerca de 200 iniciativas para celebrar Abril".

Entre sus compromisos con la ciudad, además de la vivienda y la participación cultural en la Feria del Libro de Buenos Aires (Argentina), el alcalde destacó el apoyo a las personas sin hogar, con la inversión de 1,2 millones de euros "para poner en funcionamiento el nuevo Centro Municipal de Acogida de Emergencia en Beato y "acoger a 128 personas sin hogar".

Como "no basta con garantizar un techo", se abrió una nueva Unidad Municipal de Empleo y Autonomía en el Bairro do Armador, para garantizar la integración de estas personas en la vida profesional, con "15 vacantes para ayudar en esta transición a una nueva vida".

Además de más guarderías y del inicio de la construcción de nuevas escuelas básicas, el alcalde presidente también apuesta por una "ciudad limpia" y, en este sentido, el ayuntamiento canalizó "4 millones de euros en contratos de cooperación con las parroquias para Higiene Urbana", lo que permitirá, en los seis primeros meses del año, "aumentar las rutinas de limpieza urbana y optimizar los recursos".

Sin embargo, el balance realizado por Carlos Moedas no encontró una respuesta favorable por parte de la bancada socialista, que invitó al alcalde a aclarar cuántas de las 102 llaves entregadas "entre marzo y abril" fueron obra de su mandato.

"El señor presidente no es un mago, ni nadie le exige eso, pero qué demonios, construir 1.785 viviendas en tres años, a pesar de todo, es trabajo, porque usted sabe que sólo el proceso legal para hacer todo esto lleva al menos un buen par de años", señaló el diputado municipal Miguel Coelho (PS).

El presidente de la Junta Parroquial de Santa Maria Maior retó a Moedas a decir "¿cuántas casas habéis construido de cero, y ahora con el dinero del PRR [Plan de Recuperación y Resiliencia] qué habéis puesto ya en marcha?".

"No vale la pena intentar engañar a la gente", acusó Miguel Coelho, criticando también el trabajo en "acción social", con la drogadicción "aumentando" en las calles, haciendo evidente y flagrante "la falta de estrategia para la situación de los sin techo".

El alcalde socialista se refirió también a la conclusión del funicular a Graça, proyectado por Manuel Salgado, y al plan de saneamiento de la ciudad, cuya financiación fue aprobada en el pleno municipal "a propuesta del ayuntamiento de Fernando Medina, con el voto en contra del PSD", como ejemplos de obras que Moedas olvida atribuir a anteriores mandatos socialistas.

La concejala Inês Drummond (PS) también retó a Moedas a decir "cuántas viviendas estaban en construcción" y acusó: "Cuántas llaves se entregaron que eran suyas, cuyas obras empezaron con usted y se terminaron con usted, cero".

El presidente del municipio aseguró que, de las aproximadamente 1.800, "mil eran obra" del actual ejecutivo, recuperadas con "un programa de 140 millones de euros" por la empresa municipal Gebalis, "que estaban abandonadas, no se usaban, estaban rotas, [y] estaban destruidas".

Y añadió: "Las casas no son del PS, las casas son del pueblo".