Sorprendentemente, el bambú es una hierba, y hay muchas variedades que pueden ser "arracimadas" o "corredoras", todo ello relacionado con el crecimiento y la estructura de sus raíces. Una vez desarrolladas, algunas de las especies más grandes parecen árboles con un grueso tronco. Mucho más sostenibles que los árboles de madera dura, son también una de las plantas de crecimiento más rápido del mundo, hasta 90 cm o más al día. A pesar de que el bambú no es nativo de muchos países, el creciente interés de Europa por él ha allanado el camino a una nueva generación de agricultores, ecologistas y paisajistas que están introduciendo el bambú en sus planes, y actualmente hay al menos 5 países europeos que cultivan bambú - empezando por Bambu Parque, en Portugal; La Bambouseraie en Cévennes, Francia; Labirinto della Masone, Italia; Oprins Nursery, Bélgica; y, por último, Scottish Bamboo, en Aberdeenshire, Escocia.
En los países menos desarrollados, el desempleo ha provocado a menudo conflictos y malestar social, pero la producción y fabricación de productos de bambú puede contribuir a un entorno social y económicamente más estable al crear oportunidades de trabajo. El bambú es un cultivo fácil de cultivar que proporciona ingresos anuales a algunas de las comunidades rurales más pobres de las regiones tropicales y subtropicales, y su rápido establecimiento y crecimiento permite cosechas frecuentes que pueden convertirse en una variedad cada vez más amplia de productos para la venta, proporcionando una fuente de ingresos durante todo el año.
Fuerza
El bambú es un material increíblemente resistente, con el que se fabrican un número asombroso de cosas, desde suelos hasta muebles y encimeras, pasando por utensilios de cocina e incluso equipamiento deportivo, además de artículos reutilizables como tazas de café, pajitas para beber, platos e intestinos. Incluso la ropa, como camisetas, ropa interior y calcetines, puede fabricarse con bambú, y las empresas que los fabrican están orgullosas de producir estos productos sostenibles.
¿Es ecológico?
En comparación con la madera de los árboles, la del bambú es más estable y, como casi siempre está laminada o comprimida, tiene una densidad mayor que la mayoría de los tipos de madera, además de la ventaja de ser más resistente al fuego. Su procesamiento da trabajo a quienes lo necesitan, ya que los tallos (la parte hueca del tallo) se parten longitudinalmente en tiras y se les quita la corteza exterior. El material se cepilla y se trata (blanqueado o caramelizado) antes de secarlo. A continuación, las tiras se pegan, se apilan y se prensan para formar un material laminado. Para fabricar un tejido de bambú, las hojas y los brotes se cuecen en disolventes químicos fuertes como el hidróxido de sodio y el disulfuro de carbono, ambos muy tóxicos y peligrosos para la salud humana. Una vez cocido, el líquido resultante se introduce a través de pequeños agujeros directamente en un baño químico de ácido sulfúrico (de nuevo peligroso) donde se endurece en finas hebras. Pero, ¿es alguno de los procedimientos de elaboración tan ecológico?
Créditos: envato elements;
La tortura del bambú
Al parecer, la "tortura del bambú" se aplicaba a los prisioneros de guerra, colocando múltiples brotes afilados de esta inocente "hierba" bajo la espalda de un prisionero en posición horizontal, como si fuera una cama de clavos, que empezaban a atravesar el cuerpo y a crecer, causando una muerte lenta y dolorosa.
A pesar de que esta teoría nunca ha sido confirmada, existe una gran posibilidad de que realmente se haya utilizado.
La comida del panda
Siempre he asociado el bambú con los pandas de una forma adorable. A pesar de los proyectos de conservación, aún quedan menos de 2.000 ejemplares en el planeta. La dieta diaria de un panda consiste casi por completo en hojas, tallos y brotes de bambú, y como contiene muy poco valor nutritivo, los pandas deben comer entre 12 y 38 kg cada día para satisfacer sus necesidades energéticas. Carecen de las enzimas digestivas necesarias para descomponer otras plantas, por lo que el bambú es su única fuente de alimento, y con el tiempo han adaptado el bambú a su dieta debido a su abundancia en sus hábitats forestales de montaña. Esta adaptación se ha visto favorecida por la evolución de unos músculos mandibulares especializados que les permiten masticar fácilmente los duros tallos de bambú.
Dicen que son la prueba viviente de que se puede comer sólo verduras y seguir engordando, ¡así que no empieces a pensar que ser vegetariano es bueno!
Marilyn writes regularly for The Portugal News, and has lived in the Algarve for some years. A dog-lover, she has lived in Ireland, UK, Bermuda and the Isle of Man.