Están en juego las 4.000 viviendas previstas en el marco de la colaboración público-privada, que podrían quedarse sin construir si no hay acuerdo sobre los alquileres a aplicar.
En declaraciones a Lusa, al margen de la V Conferencia de Promoción Inmobiliaria, en la que participó como ponente, Filipa Roseta (PSD) confesó su "angustia" ante el actual "impasse", entre, por un lado, la oposición en el ayuntamiento, que quiere alquileres más bajos, y los promotores inmobiliarios, que quieren alquileres más altos.
"Básicamente, lo que necesitaba en este momento es una cosa sencilla, es que los promotores bajen un poco lo que necesitan y que la oposición suba un poco lo que se necesita", resumió.
En otras palabras, es necesario que haya "una adecuación entre los ingresos que son viables y los que son rentables".
Si esto no ocurre, se corre el riesgo de dejar "sin construir" las cuatro mil viviendas previstas en el ámbito de la colaboración público-privada, "porque el ayuntamiento no tiene dinero para construir más de las tres mil" nuevas viviendas públicas que se propusieron, financiadas por el Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR, fondos europeos).
"Realmente necesitamos esto en Lisboa, de lo contrario miraremos dentro de diez años y esas cuatro mil viviendas no estarán construidas. Llegar ya a tres mil es un esfuerzo brutal que estamos haciendo, ahora las demás se quedarán colgadas", advirtió.
Ante los trescientos participantes en la conferencia, Filipa Roseta hizo un "gran llamamiento" a los promotores para que sigan adelante con las asociaciones.