"Además de la dinámica económica que queremos crear en el municipio, queremos preservar nuestra historia, nuestra tradición, nuestra cultura y nuestra identidad", dijo a Lusa el presidente de la Cámara de Boticas, Fernando Queiroga.

El objetivo de la primera edición del evento "Recreación Histórica - Invasiones Francesas", según el alcalde, es "fomentar el turismo, la economía local y al mismo tiempo dar a conocer el municipio" en el norte del distrito de Vila Real.

Además de la recreación histórica que marca la fecha de las invasiones francesas, que tuvieron lugar hace más de 200 años, el municipio también será escenario de diversas actividades, como animación de calle, talleres y artesanía de la época, animales exóticos, música y bailes de época, espectáculos de fuego, comedias y un mercado del siglo XIX, con venta de productos endógenos.

El evento cuenta con cerca de 45 recreadores históricos, de varios grupos nacionales, que organizarán demostraciones históricas de la época napoleónica con recreaciones de batallas y enfrentamientos entre portugueses, franceses e ingleses.

Fernando Queiroga afirmó que la iniciativa pretende dar a conocer el patrimonio existente en todo el municipio, preservar la historia y al mismo tiempo rendir homenaje a los antepasados, así como promover la cultura y valorar las "tradiciones únicas del municipio", como el vino de los muertos.

El vino de los muertos

En 1808, durante la segunda invasión de las tropas de Napoleón Bonaparte, comandadas por el general Soult, la población del territorio que hoy es el municipio de Boticas escondió sus bienes para evitar el saqueo, enterrando su vino bajo el suelo de sus bodegas.

Más tarde, cuando fueron a recuperar sus posesiones, descubrieron que el vino había adquirido nuevas propiedades, como algo de gas natural, y lo llamaron, por haber sido enterrado, "vino de los muertos".

Se convirtió en un símbolo de la resistencia de las gentes de este territorio y actualmente es un vino regional de Trás-os-Montes, de origen controlado, producido por la familia de Nuno Pereira, que mantiene la tradición de enterrar las botellas bajo el suelo de la bodega.

Entre 1807 y 1810, Portugal fue invadido tres veces a instancias de Napoleón, que pretendía transformar Francia en un imperio.

El programa del evento incluye un desfile militar y la recreación histórica de un enfrentamiento entre portugueses, franceses e ingleses.

Según el ayuntamiento, la iniciativa cuenta con la participación de la comunidad local y asociaciones recreativas como participantes en las recreaciones históricas.