Leonore Gewessler puso fin a un impasse de meses desafiando a la Canciller austriaca -y oponiéndose a los grupos de presión agrarios- para respaldar la Ley de Restauración de la Naturaleza, que también pretende mitigar el cambio climático y el efecto de las catástrofes naturales.
La legislación dará prioridad a las regiones con mayor potencial de captura y almacenamiento de carbono, así como a los hábitats en mal estado de salud y a los espacios Natura 2000: una red comunitaria de zonas protegidas con especies o ecosistemas en peligro.