Un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles(UCLA) examinó los cerebros y los intestinos de 116 personas que se declaraban "resilientes", lo que reveló que las personas resilientes muestran una actividad cerebral asociada a una fuerte regulación emocional y tienen microbiomas intestinales "sanos" asociados a una baja inflamación.

Los resultados sugieren que mantener un intestino lleno de bacterias "buenas" podría ayudar al cerebro a hacer frente a las tensiones de la vida. La dieta mediterránea es una de las dietas asociadas a la reducción de la inflamación.