La rapamicina se ha convertido en la favorita de los entusiastas del antienvejecimiento, tras demostrar que prolonga la vida de gusanos y ratones. Se administra a pacientes trasplantados para evitar el rechazo del injerto, pero ahora los científicos creen que también podría ralentizar el envejecimiento de los ovarios, retrasando así la menopausia y prolongando la fertilidad.


El estudio Validating Benefits of Rapamycin for Reproductive Ageing Treatment (Validación de los beneficios de la rapamicina en el tratamiento del envejecimiento reproductivo) aún está en sus inicios, pero los resultados preliminares sugieren que podría reducir el envejecimiento ovárico en un 20% sin que las mujeres sufrieran los numerosos efectos secundarios del fármaco, como náuseas e hipertensión.