El seísmo, de magnitud 5,3 en la escala de Richter, se registró a las 05.11 horas del lunes en las estaciones de la Red Sísmica de la Península, con epicentro a unos 60 kilómetros al oeste de Sines.
"En términos de magnitud, y considerando un área con un radio de 100 kilómetros alrededor del epicentro, se trata del 10º mayor terremoto ocurrido desde el siglo XVI. Esta zona está muy marcada por la ocurrencia, en 1858, de un terremoto histórico particularmente importante, conocido como el terremoto de Setúbal y que tuvo una magnitud de 7,1".
El IPMA también destacó que en la "estación acelerométrica más próxima al epicentro del terremoto del 26 de agosto se midieron los valores de aceleración del movimiento del suelo más elevados jamás registrados con instrumentación moderna en Portugal continental".
Desde las 05:47 del lunes, se han registrado nueve réplicas de pequeña magnitud, las más recientes a las 00:14 y a las 00:30 del martes, indicó también el IPMA en un comunicado.
"A través del cuestionario macrosísmico en línea, el IPMA ya ha recibido más de 19.000 testimonios referidos a los efectos de este terremoto", añadió.
El seísmo tuvo una intensidad máxima de IV/V en la escala de Mercalli, clasificada de moderada a fuerte, según el Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA).
Con una intensidad de V, considerada fuerte, los efectos pueden sentirse fuera de casa. Si ocurre durante la noche, puede despertar a la gente. "Los líquidos oscilan y algunos se desbordan", explica el IPMA.
"Los objetos pequeños en equilibrio inestable se mueven o se vuelcan. Las puertas oscilan, se cierran o se abren. Las persianas y los cuadros se mueven. Los péndulos de los relojes se paran o se ponen en marcha o cambian su estado de oscilación" cuando se registra una intensidad de V.
El temblor se sintió en varias zonas de Portugal y con mayor intensidad en las regiones de Setúbal y Lisboa.
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