Según un informe de Público, basado en datos solicitados a la Autoridad Fiscal y Aduanera(AT), en 2023, los ingresos obtenidos por los trabajadores a través de las propinas fueron de 121,6 millones de euros, un valor muy superior al registrado, por ejemplo, en 2015 (59,6 millones de euros). Las cifras también muestran que en un año, de 2022 a 2023, las propinas aumentaron un 16%, pasando de 105 millones de euros a los 121,6 millones mencionados.
Como recuerda la publicación, las propinas están clasificadas en la legislación fiscal como "gratificaciones" y se consideran rendimientos del trabajo asalariados (como un salario), por lo que deben ser declaradas al Estado por los trabajadores al presentar su declaración anual del IRPF. Sin embargo, a diferencia de los salarios, a los que se aplican los tipos progresivos de los tramos de renta, tributan a un tipo autonómico del 10%, escribe Público.
Sin embargo, la realidad es otra, como explican las abogadas Joana Lobato Heitor y Bárbara Miragaia, del departamento fiscal de MFA Legal: "A pesar de la obligación declarativa que surge de la letra de la ley para este tipo de trabajadores, existe una conciencia generalizada de que, en la mayoría de las situaciones, estos valores no se declaran a Hacienda".