"En el Área Metropolitana de Lisboa, los datos más recientes, que aún no son públicos [...], muestran que teníamos cerca de 3.400 personas sin hogar y alrededor de 1.500 durmiendo en la calle", dijo Henrique Joaquim, en una reunión sobre la vivienda en el Área Metropolitana de Lisboa(AML) "Desafíos que necesitan soluciones", que tuvo lugar en Cascais, distrito de Lisboa.

Las personas sin hogar están efectivamente en la calle o en lugares similares, mientras que los ciudadanos sin vivienda "ya tienen alojamiento [de apoyo institucional], pero no tienen recursos para poder pagarlo", explicó el responsable, señalando que sólo en la ciudad de Lisboa hay alrededor de "unas 900 personas viviendo en habitaciones alquiladas".

En cuanto a los retos actuales, el responsable ejecutivo de la Estrategia Nacional para la Integración de las Personas sin Hogar(ENIPSSA) defendió la necesidad de: "Casas para evitar que la gente llegue a la calle, casas para sacar a la gente de la calle y casas para que la gente que estamos consiguiendo sacar no vuelva a la calle".

Destacando el esfuerzo que los municipios de AML han hecho para combatir este fenómeno, Henrique Joaquim dijo que, "a pesar de que los recursos son pocos", hay resultados, con la retirada de personas de las calles y con la prevención para evitar que vuelvan a estar en esta situación.

El responsable destacó el modelo "Housing First" del Ayuntamiento de Lisboa y la respuesta del municipio de Almada aprovechando un edificio vacío para alojar a personas sin hogar, así como un proyecto piloto en Barreiro con un sistema de alerta para señalar al ayuntamiento situaciones de riesgo de desalojo, que "superó el centenar" en dos meses.

El responsable destacó que la AML concentra "alrededor del 60 al 70% de las personas sin hogar en Portugal".

"Existe en el Área Metropolitana de Oporto, existe en la región del Algarve, pero el porcentaje significativo de personas sin hogar en Portugal está en los municipios del Área Metropolitana de Lisboa", explicó.

Henrique Joaquim puso como ejemplo un proyecto en el Algarve, en el que ocho municipios coordinados por una Institución Privada de Solidaridad Social(IPSS) comparten y gestionan un espacio de alojamiento para personas sin hogar, en un edificio público que estaba desocupado, pero con "una renta muy elevada".

Para el gerente ejecutivo de ENIPSSA, cuando los edificios públicos se destinan a estos fines, el principio de onerosidad debe ser adecuado y no un arrendamiento para un mercado normal, "porque cuando las entidades privadas sin fines de lucro están utilizando el edificio no son para obtener un beneficio, están a punto de hacer lo que el Estado no hace, que es desarrollar respuestas sociales y acoger a las personas en este caso".

"No basta con un enfoque regional. También es necesario que sea interinstitucional", subrayó, advirtiendo de que el AML, donde el fenómeno de las personas sin hogar es más significativo, es el que menos puede recibir fondos del Fondo Social Europeo, y pidiendo que esto se renegocie en el nuevo marco financiero plurianual.