"La operación en Martim Moniz fue sólo una de varias. Tenemos varios planes, hemos dado instrucciones a las fuerzas de seguridad para que sigan haciendo este trabajo sobre el terreno. Cuando se detectan situaciones de inmigración ilegal, hay que sancionar penalmente a los abusadores y traficantes y aplicar una medida de alejamiento a cualquier persona que se encuentre ilegalmente en el país", afirmó el ministro de la Presidencia en el Parlamento.

António Leitão Amaro destacó que "quien está ilegalmente en Portugal debe tener consecuencias y no puede ejercer actividades o permanecer en situación ilegal", subrayando que el Gobierno está "empeñado en hacer cumplir las normas".

"Al Gobierno le preocupa tanto que [los inmigrantes] vengan por vías regulares para que se integren bien en el humanismo, como que se cumplan las normas", afirmó.

Para el ministro, hay que cumplir las normas para que "no vengan los que piensan que vienen ilegalmente", y para que no se produzcan casos de explotación de seres humanos, que son colocados en el país "en condiciones indignas, viviendo hacinados, con explotación laboral, siendo mal pagados, con el pasaporte guardado."

"Esto tiene que acabar. Esto sólo se acaba si el Estado ejerce la autoridad y si el Estado está en la calle haciendo inspecciones", afirmó.