Los inversores deben adaptarse a un mundo configurado por cuatro tendencias críticas a medida que nos adentramos en 2025, según deVere Portugal, que forma parte de una de las mayores organizaciones independientes de asesoramiento financiero del mundo.

Abordar estas dinámicas será vital para quienes busquen aprovechar las oportunidades emergentes en medio de la complejidad de los mercados globales.

El primer factor a tener en cuenta es la creciente inestabilidad geopolítica.

"Los conflictos se están intensificando en múltiples regiones, desde la actual guerra en Ucrania hasta las disputas en Oriente Medio y Asia Oriental", afirma Jake McLaughlin, Director Ejecutivo de deVere Portugal.

Estas tensiones están reconfigurando las prioridades mundiales, impulsando a los gobiernos a aumentar significativamente su gasto en defensa.

"Por ejemplo, se prevé que el gasto en defensa de EE.UU. supere el billón de dólares en 2025, canalizando fondos hacia áreas como la tecnología militar avanzada, la ciberseguridad y el desarrollo de infraestructuras".

"Para los inversores, esto representa una oportunidad de aprovechar sectores preparados para una expansión sostenida debido a la mayor preocupación por la seguridad mundial".

La energía es el segundo tema transformador. A medida que se acelere el crecimiento económico, el consumo mundial de energía alcanzará máximos históricos, impulsado por la adopción generalizada de vehículos eléctricos y los avances en tecnologías como la inteligencia artificial.

Dentro de este panorama, la energía nuclear está experimentando un renacimiento. Los gobiernos recurren a ella como solución fiable y baja en carbono, lo que lleva a la modernización de las instalaciones existentes y a la puesta en marcha de nuevos proyectos. Al mismo tiempo, los sectores energéticos tradicionales están experimentando un renovado interés, especialmente en la exploración de petróleo y gas en alta mar.

McLaughlin explica que "las empresas dedicadas a estas áreas se están posicionando para obtener rentabilidad a largo plazo, lo que las convierte en opciones atractivas para la inversión. Diversificando entre activos energéticos renovables y convencionales, los inversores pueden sacar provecho de este sector en evolución."

La IA destaca como tercer gran motor de la transformación económica. Su integración en todas las industrias está desbloqueando eficiencias sin precedentes y nuevas fuentes de ingresos.

Se están realizando importantes inversiones en infraestructuras de IA, incluidos la computación en nube y los centros de datos, a medida que las empresas se preparan para su creciente papel. En 2025, la influencia de la IA se extenderá a los sectores sanitario, financiero y manufacturero, entre otros, impulsando la innovación y el crecimiento económico.

"La atención debe centrarse en las empresas que lideran el desarrollo de la IA, es decir, las que están creando tecnologías y plataformas fundamentales que darán forma a su trayectoria futura.

"A pesar de las preocupaciones sobre la valoración, las perspectivas a largo plazo de la IA siguen siendo sólidas, ofreciendo oportunidades sustanciales para los inversores con visión de futuro", señala el director ejecutivo de deVere Portugal.

Por último, el impacto de las políticas comerciales de Trump seguirá siendo un tema fundamental. Es probable que persistan los aranceles y las restricciones comerciales, por lo que estas medidas seguirán remodelando el comercio mundial.

"Mientras que algunos sectores, en particular los que dependen de las cadenas de suministro internacionales, pueden enfrentarse a desafíos derivados del aumento de los costes, otros -como la fabricación nacional y la defensa- podrían beneficiarse de un enfoque en la deslocalización y la reducción de la dependencia de las importaciones. Los inversores que sepan adaptarse a este entorno comercial cambiante podrán descubrir nuevas oportunidades en medio de las perturbaciones", comenta.

En 2025, parece que la interacción de los riesgos geopolíticos, las transiciones energéticas, los avances de la inteligencia artificial y la evolución de las políticas comerciales definirán el entorno de inversión.

El éxito, dice Mclaughlin, "dependerá de la capacidad de identificar y alinearse con estas fuerzas transformadoras, asegurando que las carteras estén bien posicionadas para los desafíos y oportunidades que se avecinan."

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Puede ponerse en contacto con Jake para cualquier pregunta aquí: jake.mclaughlin@devere-portugal.pt o en la Oficina de deVere Portugal + 351 22 110 9071 o reservar una reunión con él aquí https://calendly.com/jake-mclaughlin/review