Así pues, los viajeros portugueses estarán sujetos a la obligación de presentar el documento ETA, similar al exigido para viajar a Estados Unidos, precisa Publituris.
Este documento se refiere a los viajes de ocio, las actividades profesionales autorizadas, los estudios de corta duración y el tránsito terrestre (control fronterizo en relación con un vuelo de ida y vuelta). Para las demás situaciones, será necesario solicitar un visado.
Sin embargo, determinados perfiles están automáticamente exentos de la ETA, según Publituris, como los titulares de visado, los residentes permanentes o temporales, los grupos escolares de cinco o más niños menores de 18 años y los pasajeros que hagan escala en el Reino Unido sin pasar por la aduana.
La ETA costará 10 libras por viajero, unos 12 euros. Este coste se puede repartir en el tiempo, ya que con una ETA se pueden hacer uno o más viajes de hasta seis meses en el transcurso de dos años. Transcurrido este periodo, tendrá que renovar su ETA y pagar de nuevo. Es importante tener en cuenta que la ETA caduca cuando caduca su pasaporte.
Según el Gobierno británico, los plazos de asignación pueden ser más largos en casos de gran demanda, por lo que las solicitudes deben hacerse al menos tres días antes de la fecha de salida.
Sólo hay dos formas de obtener una ETA: a través de la plataforma en línea a partir del miércoles 5 de marzo, o mediante la app específica del gobierno británico. El proceso dura unos 10 minutos.
Para obtener esta autorización necesitará un pasaporte biométrico válido expedido por un país con un régimen de exención de visado para el Reino Unido, una foto reciente de alta calidad de identificación digital, una dirección de correo electrónico válida y una tarjeta bancaria en funcionamiento.