Firmada por el Partido PAN, la propuesta fue aprobada con los votos en contra del PCP (Partido Público de Portugal) y Chega (Chega), las abstenciones del PSD (Partido Socialista Brasileño), PPM (Partido Publicista de Portugal), CDS-PP (Partido Publicista de Portugal), y la no inscrita Margarida Penedo (que abandonó el CDS-PP), y los votos a favor de BE (Izquierda), Livre (Libertad), PEV (Partido Popular de Portugal), PS (Partido Publicista de Portugal), IL (Partido Nacional Socialista de Portugal), MPT (Partido Municipal de los Trabajadores), y dos miembros independientes de Cidadãos Por Lisboa (elegidos por la coalición PS/Livre).

Recordando la reciente ola de calor entre finales de junio y principios de julio, en la que las temperaturas superaron los 40 grados centígrados en Lisboa, el único diputado del PAN, António Valente, consideró "inaceptable e inhumano" que las personas que trabajan al aire libre "estén expuestas a temperaturas extremas", en particular las que se dedican a la limpieza urbana, el mantenimiento de zonas verdes y la recogida de residuos.

"Como las olas de calor ocurren con más frecuencia y no siempre son predecibles a nivel territorial, los científicos recomiendan que se desarrollen planes de acción para reducir el riesgo de muertes y otras lesiones asociadas al clima extremo", señaló el diputado panista.

António Valente también señaló que, por ejemplo, España ya cuenta con una legislación nacional sobre medidas de protección para los trabajadores expuestos a temperaturas extremas, y municipios como Sevilla, Málaga y Córdoba han comenzado a reorganizar los turnos de los trabajadores de la limpieza urbana a horas en las que la luz solar es menor, como las primeras horas de la mañana.

El diputado del PCP Fábio Sousa lamentó la ausencia de referencias al inicio de negociaciones con los sindicatos.

Patrícia Branco, de Chega, consideró que "el activismo climático no tiene fin", y dijo que la propuesta del PAN representa "un nuevo galimatías sobre el cambio climático".