En el estudio, dirigido por Bruno Silva-Santos, investigador principal de la Fundación GIMM - Instituto Gulbenkian de Medicina Molecular, y la investigadora Sofia Mensurado y publicado hoy en la revista científica Nature Cancer, el equipo comprobó que esta nueva terapia celular, denominada células DOT, que proviene de la expansión y estimulación de estos glóbulos blancos para hacerlos más potentes en la eliminación de tumores, es eficaz en el caso del cáncer colorrectal, el segundo más mortal en Portugal.
Estos glóbulos blancos pueden identificar y eliminar las células cancerosas, pero su número en el organismo es bajo.
"En este artículo exploramos dos puntos cruciales: demostrar que las células DOT tienen potencial para el tratamiento del cáncer colorrectal e identificar cómo podríamos potenciar su efecto antitumoral", explica Rafael Blanco-Domínguez, primer autor del estudio.
En el caso del cáncer colorrectal, la mayoría de los pacientes no responden bien a las inmunoterapias disponibles.
En este trabajo, el equipo pudo demostrar en pruebas con células tumorales de pacientes y en ratones que las células DOT tienen potencial para tratar este tipo de cáncer.
"Descubrimos que las células DOT son eficaces contra el cáncer colorrectal y que su acción antitumoral puede potenciarse administrando un suplemento a los ratones", añade Sofía Mensurado.
El suplemento en cuestión es butirato, una molécula que producen de forma natural las bacterias del intestino y que aumenta la capacidad de las células DOT para reconocer las células cancerosas.
Además, el bloqueo de barreras moleculares ("puntos de control inmunitario") -una estrategia inmunoterapéutica ya establecida con éxito en algunos tipos de cáncer- se ensayó en combinación con células DOT y aumentó la eficacia de la terapia contra el cáncer.
En 2021, el investigador Bruno Silva-Santos vio cómo su descubrimiento de las células DOT se aplicaba por primera vez a pacientes con leucemia mieloide aguda, en un ensayo clínico en los Estados Unidos de América.
"Las células DOT son especialmente interesantes como terapia porque no reaccionan a las diferencias genéticas entre individuos. Esta característica permite producir células DOT a partir de donantes sanos y crear un 'banco de células' listo para ser utilizado en el tratamiento de distintos pacientes, con la ambición de crear una inmunoterapia celular 'universal'", explica Bruno Silva-Santos.
El investigador añade que ha dedicado su carrera al estudio del sistema inmunitario porque "su interacción con las células tumorales es fascinante y al mismo tiempo todo un reto en su aplicación clínica."
Los resultados obtenidos ahora allanan el camino para la posibilidad de aplicar esta inmunoterapia en el tratamiento del cáncer colorrectal y, por otra parte, también aportan pruebas de que puede ser posible desarrollar inmunoterapias más eficaces para otros cánceres sólidos.
La investigación se ha desarrollado en la Fundación GIMM - Instituto Gulbenkian de Medicina Molecular, en colaboración con el Centro Médico de la Universidad de Leiden, Holanda; con la Universidad de Burdeos, Francia; con el Hospital Santa María y la Facultad de Medicina de la Universidad de Lisboa.