El detector de partículas cósmicas ANITA acaba de registrar una inusual ráfaga de señales de radio procedentes del hielo de la Antártida, que los científicos sugieren podría ser un indicio de la existencia de nuevas partículas, o de interacciones entre partículas actualmente desconocidas para la física.
Estas ondas de radio fueron detectadas por el aparato a ángulos de 30 grados por debajo de la superficie del hielo.

Esto significa que la señal tuvo que atravesar miles de kilómetros de roca antes de llegar a ANITA, y las interacciones que dejaron los pulsos de radio deberían haber sido indetectables.