Esta subida de los precios ha desencadenado una serie de delitos relacionados con las aceitunas, ya que se roban los frutos y el aceite que se extrae de ellos en Halkidiki, Creta y Kalamata.
En Grecia, el aceite de oliva no sólo aporta el 7% del producto interior bruto del país, sino también el 25% de la agricultura griega.