En un comunicado, la Comisión Europea indica que "ha adoptado normas sobre el certificado digital Covid-19 de la UE, estableciendo un periodo de aceptación vinculante de nueve meses -precisamente 270 días- de los certificados de vacunación a efectos de viajes intracomunitarios."
"Un periodo claro y uniforme de aceptación de los certificados de vacunación garantizará que las disposiciones de viaje sigan siendo coordinadas, tal y como solicitó el Consejo Europeo", subraya el Ejecutivo comunitario, señalando que "las nuevas normas garantizarán que las restricciones se basen en las mejores pruebas científicas disponibles, así como en criterios objetivos".
Para Bruselas, "es esencial mantener la coordinación para el funcionamiento del mercado único y proporcionar claridad a los ciudadanos de la UE en el ejercicio de su derecho a la libre circulación", aunque varios Estados miembros, como Portugal, están volviendo a imponer obligaciones en cuanto a la entrada en el país debido al empeoramiento de la situación epidemiológica del Covid-19 y la nueva variante Omicron.
En cuanto al periodo de nueve meses, la institución explica que "este periodo de validez tiene en cuenta las orientaciones del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades, según las cuales se recomiendan dosis de refuerzo, a más tardar, seis meses después de la finalización del primer ciclo de vacunación".
Además, "el certificado seguirá siendo válido durante un periodo de gracia de otros tres meses más allá de estos seis meses, con el fin de garantizar que las campañas nacionales de vacunación puedan ajustarse y que los ciudadanos tengan acceso a las dosis de refuerzo", explica Bruselas.
Estas dosis de refuerzo también se incluyen en la información del certificado de vacunación, aunque se distinguen del ciclo de inoculación primaria, según la Comisión Europea.
Los datos de la Comisión Europea revelan que, hasta ahora, se han emitido 807 millones de certificados en la UE, en un total de 60 países y territorios de los cinco continentes que ya se han adherido al sistema.
Este pase, que es gratuito, funciona de forma similar a una tarjeta de embarque de viaje, con un código QR de fácil lectura por dispositivos electrónicos y en la lengua nacional del ciudadano y en inglés.
Inicialmente se creó para facilitar la libre circulación en el espacio comunitario, pero países como Portugal y otros han ampliado su uso a la verificación en espacios sociales como eventos y establecimientos.