En un pequeño ensayo sobre un nuevo fármaco experimental, el dostarlimab, el cáncer de los 12 participantes ha desaparecido por completo. Todos los pacientes participantes tenían cánceres de recto que aún no se habían extendido por el organismo y fueron tratados con el fármaco cada tres semanas en el transcurso de seis meses.

El ensayo fue realizado por científicos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York. El Dr. Luis Díaz, oncólogo que trabajó en el estudio, declaró a The New York Times: "Es la primera vez que esto ocurre en la historia del cáncer".

Según la investigación, el fármaco funciona, no dirigiéndose al cáncer en sí, sino haciéndolo más visible para el sistema inmunitario. Este proceso permite que el propio sistema inmunitario del paciente encuentre y destruya el cáncer.

Los científicos han advertido, sin embargo, que el fármaco no puede considerarse una cura. El ensayo fue demasiado pequeño para sacar conclusiones definitivas, y se necesitan más investigaciones para definir mejor el potencial del fármaco.