La preocupación por el medio ambiente está cada vez más presente a la hora de decidir qué productos comprar en el supermercado. La etiqueta ecológica de la Unión Europea (EUEB) garantiza a los consumidores que el producto o servicio que eligen cumple estrictos criterios medioambientales. En este artículo, DECO le explica todo lo que debe saber sobre esta etiqueta ecológica.
¿Qué es la etiqueta ecológica de la Unión Europea?
La etiqueta ecológica de la UE se creó en 1992 como una etiqueta voluntaria para toda la UE, diseñada para facilitar a los consumidores la elección de productos más ecológicos y saludables. Los productos y servicios deben cumplir una lista de criterios medioambientales y sanitarios para poder exhibir el logotipo, desde la durabilidad del producto hasta la exposición a sustancias químicas tóxicas. De este modo, ayuda a los consumidores a hacer una elección más consciente y responsable, evitando las falsas afirmaciones medioambientales, también conocidas como prácticas de lavado verde.
¿Qué productos pueden llevar la etiqueta ecológica?
En marzo de este año, los productos y servicios que mostraban la etiqueta ecológica de la UE superaban los 90.000, repartidos en 24 categorías diferentes, una cifra que casi se ha duplicado desde 2016. Podemos encontrar la EUEB desde ropa de bebé hasta productos de limpieza, pasando por televisores, pinturas, champús, suelos de madera, papel de imprenta y promociones turísticas.
¿Qué importancia tiene para los consumidores?
La Unión Europea tiene ahora pruebas de que los consumidores están cada vez más preocupados por el impacto medioambiental de sus elecciones. Según una encuesta de la UE de 2017, el 87% de los encuestados cree que puede desempeñar un papel más activo en la protección del medio ambiente. En 2020, el 23% de los consumidores afirmó ser consciente del impacto medioambiental de la mayoría o la totalidad de sus compras.
De hecho, 8 de cada 10 consumidores conocen la etiqueta ecológica de la UE y confían en ella, ya que ayuda a los consumidores a identificar fácilmente los productos y servicios más respetuosos con el medio ambiente, lo cual es clave para la elección del consumidor.
Para utilizar la etiqueta, las marcas deben producir productos que duren más, sean más fáciles de reparar o reciclar. El proceso de producción debe utilizar menos recursos y generar menos residuos y CO2 que la fabricación convencional.
Al elegir productos con la etiqueta ecológica de la UE, los consumidores reducen la exposición a sustancias químicas tóxicas, ya que se exige que, siempre que sea técnicamente posible, los fabricantes sustituyan las sustancias peligrosas por alternativas más seguras. Además, el REUE presiona a los fabricantes para que vayan más allá, ya que sólo pueden obtener la etiqueta los productos que superan los requisitos de la legislación.
La etiqueta ecológica es, por tanto, una referencia para las empresas que quieren mejorar sus productos. Desempeña un papel importante en la política de productos de la UE como herramienta de innovación y competitividad en el mercado.
Paula Martins is a fully qualified journalist, who finds writing a means of self-expression. She studied Journalism and Communication at University of Coimbra and recently Law in the Algarve. Press card: 8252