El Tribunal de Castelo Branco ha dictado la pena máxima de 25 años de prisión para un ingeniero eléctrico acusado de 16 delitos de incendio forestal, uno de ellos agravado, ocurridos entre 2017 y 2020 en la región Centro.
En una sentencia del Tribunal Judicial del Distrito de Castelo Branco, el grupo de jueces consideró probados los hechos relativos a los incendios forestales y condenó al acusado a nueve años de prisión por cada uno de los 15 incendios y a una pena agravada de 11 años de cárcel por un incendio con víctimas.
El hombre de 39 años, residente en el municipio de Sertã, en el distrito de Castelo Branco, estaba en prisión preventiva desde julio de 2021.
En la primera sesión del juicio, el acusado asumió ante el tribunal que los hechos contenidos en la acusación del Ministerio Público (MP) son "totalmente ciertos", excepto el incendio registrado el 22 de junio de 2017, sobre el que dijo "no recordar", aunque admitió conocer el lugar donde se produjo.
Según el presidente del tribunal, João Mateus, el acusado "actuó de forma intencionada, a sabiendas y con conocimiento de que su conducta era punible por la ley".
También consideró que el "grado de ilegalidad fue elevado" y que "el acusado sembró el terror durante años" entre las comunidades afectadas.
El juez João Mateus también señaló que, según el psiquiatra, el acusado "siempre tuvo plena capacidad de autodeterminación y nunca estuvo ausente de la realidad".
Se consideró válida la demanda de indemnización civil presentada por el Ministerio Público y la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil, por un importe de 4,4 millones de euros.
Esta es la cantidad gastada en los medios que intervinieron en la lucha contra los incendios.
El abogado del ingeniero ha manifestado su intención de recurrir la sentencia.