Según un comunicado del partido, que la semana pasada presentó una denuncia ante el Ministerio Público sobre este asunto, el lugar alberga "uno de los únicos humedales" de la región y "está siendo destruido" desde hace semanas, con la aprobación de la Câmara de Lagoa, para dar paso a un emprendimiento comercial.

En el requerimiento presentado, se exige la suspensión de las obras, ya que pueden causar y ya están causando "daños graves e irreparables a los valores ambientales, históricos, paisajísticos y de identidad, protegidos por la legislación vigente", dice la nota.

"No entendemos cómo el municipio de Lagoa, en contra de lo que dicen los estudios, los expertos e incluso la propia Comisión de Coordinación y Desarrollo Regional del Algarve, dio su aprobación para destruir este reducto verde en favor de una empresa comercial, que puede y debe construirse en otro lugar", critica la portavoz del PAN, citada en el comunicado.

Para Inés de Sousa Real, "es una pena que, en este momento y con todas las evidencias científicas y climáticas, no todos nuestros líderes políticos se comprometan con la preservación de los valores naturales y la lucha contra la crisis climática".

"Ataque al medio ambiente"

El único diputado electo del PAN en la Asamblea de la República argumenta que estamos "ante un atentado ambiental con la luz verde del municipio, que no sólo debió negociarse con el promotor de la obra para buscar otra ubicación, sino que debió luchar por la clasificación de Alagoas Brancas como zona protegida".

"Por parte del partido PAN, haremos uso de todos los instrumentos previstos por la ley en nombre de la conservación de Alagoas Brancas", dijo Inés de Sousa Real.

El PAN cita un estudio realizado en 2019, financiado por el Fondo Ambiental, según el cual se identificaron 114 especies de aves sólo en Alagoas Brancas, destacando la presencia de al menos el 01% de la población reproductora nacional de caimanes y el 01% de la población regional (Mediterráneo, Mar Negro y África Occidental) de Ibis Preta.

Además, asegura que también hay "especies con un estado de conservación desfavorable, como la tortuga de caparazón rayado, clasificada como "en peligro de extinción", y la salamanquesa turca, clasificada como "vulnerable", que están siendo enterradas en el lugar como consecuencia de los movimientos de tierra en curso".

El proyecto inicial fue aprobado en 2009 y pasó por las fases de autorización previstas por la ley para permitir la concesión del permiso y la subdivisión, según la Cámara de Lagoa.