Esta expectativa de António Costa sobre la evolución de la economía portuguesa durante el próximo año fue transmitida al final de otra sesión del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) en Movimiento, ésta dedicada al programa de digitalización de la Seguridad Social.
Tras destacar que Portugal fue en 2022 el segundo país de la Unión Europea con mayor crecimiento y que el desempleo está "en mínimos históricos", el líder del Ejecutivo concluyó que la economía lusa "consiguió resistir" el año pasado, a pesar de las tensiones inflacionistas.
"Hay buenos indicadores para 2023. No será el año de nuestros sueños, pero tampoco el de nuestras pesadillas. Podremos vivir con confianza. Afortunadamente, las señales son buenas", declaró el Primer Ministro.
Aún así, sobre las expectativas económicas y financieras para el próximo año, el Primer Ministro aludió al entorno exterior diciendo que "Europa ayuda".
"Alemania ha anunciado que no tendrá recesión este año. Y no tener recesión en Alemania significa que todos estaremos mucho mejor", justificó.
Según el Primer Ministro, "con la tendencia actual de desaceleración de la inflación, las expectativas económicas pueden ser buenas".
"Esto es fundamental, porque uno de los éxitos de la Seguridad Social, de la capacidad de dar respuesta a las familias y a las empresas, han sido los altos niveles de empleo y la mejora de las rentas que han permitido un crecimiento sostenido de los ingresos de la Seguridad Social", añadió.