En declaraciones a los periodistas al término de la reunión del Consejo de Estado en el Palacio de Cidadela de Cascais, en Lisboa, Marcelo Rebelo de Sousa volvió a defender que hay que evitar generalizaciones a partir de ese acto criminal llevado a cabo por un refugiado afgano, viudo y con tres hijos pequeños.
Según el jefe del Estado, "lo que se ha averiguado hasta ahora parece confirmar" que se trata de "un caso individual, que fue un caso psicológico, personal y familiar que se da en muchas circunstancias con muchas personas".
Marcelo Rebelo de Sousa mencionó que "los especialistas en derecho de familia hablaban de estas situaciones, que son siempre muy complicadas del ejercicio de las responsabilidades parentales y todo lo que hay detrás y las consecuencias que tiene en el comportamiento de las personas".
Preguntado sobre si este caso debería servir de advertencia para un mejor seguimiento de los refugiados en Portugal, el Presidente de la República respondió: "Este seguimiento no podría ser más atento aquí. Aunque haya habido problemas, es precisamente porque hemos sido muy cuidadosos".