La persistencia de dudas sobre los productos amparados o no por la exención del IVA ha llevado a Hacienda a presentar nuevas aclaraciones sobre lo que está incluido.
La venta de 46 categorías de productos alimenticios sin IVA está en vigor desde el 18 de abril, y su puesta en marcha fue acompañada de explicaciones de la Autoridad Fiscal y Aduanera(AT) sobre las variedades de alimentos incluidos o no por la medida.
Pero la aplicación práctica de esta medida fiscal, que pretende mitigar el impacto de la subida de precios, reveló que aún quedan cuestiones por aclarar. Como ocurrió con el bacalao. La lista publicada en la ley que entró en vigor en abril lo sitúa entre los productos exentos de IVA, independientemente de que sea fresco, refrigerado, congelado, seco, salado o en salmuera.
Ahora, Hacienda aclara que el IVA cero afecta al bacalao entero y a sus partes, y que alcanza no sólo a las tajadas, sino también a las barrigas, las caras o las lenguas.
Ya se sabía que al arroz "basmati" o "jazmín" no se le aplicaría el IVA, y lo mismo ocurre con el arroz al vapor. En cuanto a las frutas, el melón cantalupo figura en la lista de la ley y, según el AT, lo mismo ocurre con el melón, ya que se trata de "una variedad de melón, caracterizada por su forma redondeada".
"La sandía no figura en la lista de la Ley 17/2023, de 14 de abril, al no estar amparada por la exención".
En cuanto a la carne, la AT también especifica que el IVA cero cubre la carne de lechón (fresca o congelada), ya que la medida "se aplica a la carne de cerdo, independientemente del grado de crecimiento del animal". El mismo razonamiento se aplica a las distintas denominaciones de la carne de vacuno.
Los zumos y néctares de frutas, sin embargo, no entran en la cesta con IVA cero porque, explica la AT, "tienen su propio marco en el punto 1.11 de la Lista I anexa al Código del IVA, no habiendo integrado la lista de productos alimenticios en la cesta de alimentos sanos esenciales".
La cesta de productos con IVA cero estará en vigor hasta finales de octubre, y el Gobierno estima que contribuirá en un 0,2% a reducir la tasa de inflación en 2023.