El "golpe judicial" del Gobierno en Israel está provocando situaciones sin precedentes: decenas de miles de personas en las calles protestando semana tras semana y un enorme número de fuerzas militares de reserva que se niegan a servir a los políticos dando la espalda a la democracia.

En medio de toda la inestabilidad, surge una tendencia: la de la gente que abandona el país. La "deslocalización" está en los planes de quien siente amenazados sus derechos y de quien teme el efecto sobre sus negocios, según la prensa israelí, y los destinos potenciales son variados, entre ellos Portugal.