La sesión está prevista para las 14h30, en el Tribunal Penal Central de Lisboa, con el colectivo presidido por la jueza Margarida Alves comunicando la decisión sobre los 90 delitos imputados al creador de la plataforma electrónica que, en 2015, sacudió el fútbol nacional e internacional, al revelar numerosos documentos confidenciales sobre contratos y traspasos de jugadores entre clubes, empresarios y fondos de inversión.

Fue todavía en plena pandemia del COVID-19, el 4 de septiembre de 2020, cuando comenzó el juicio en el Campus da Justiça, marcado por la vigencia de las normas sanitarias, las fuertes medidas de seguridad y la atención prestada por los medios de comunicación de diferentes países a un caso desencadenado por las denuncias presentadas por el Sporting y el fondo Doyen en 2015.

Muchas decenas de sesiones después y con numerosas figuras mediáticas testificando en la sala, solo queda saber cuál fue la decisión del tribunal y el posible impacto de la ley de amnistía e indulto de penas aprobada en el contexto de la visita del Papa Francisco a Portugal. Rui Pinto, que ahora tiene 34 años, tenía menos de 30 en el momento de los hechos que se le imputan, por lo que el presidente del tribunal consideró que estaba amparado por el título.

Subrayando que "algunos delitos por los que Rui Pinto responda ante el tribunal quedarán excluidos de dicha amnistía", concretamente la tentativa de extorsión y los que se encuadran en la ciberdelincuencia, el magistrado señaló en un auto de julio para la posible aplicación de la amnistía los 68 delitos de acceso indebido y los 14 de violación de correspondencia, que en conjunto representan 82 de los 90 delitos atribuidos al principal imputado en la causa.

Rui Pinto era considerado por unos como un hacker y por otros como un denunciante que actuaba en nombre del interés público. Sin embargo, al final de los alegatos finales, en enero de este año, admitió su arrepentimiento: "No diré que mi vida está destruida, porque sigo vivo y mientras hay vida, hay esperanza... Pero me comporté mal y violé la ley. Hoy tengo una conciencia que no tenía hace años".