Bobi, que murió el 21 de octubre a los 31 años, pasó a la historia por ser el perro más viejo del mundo. Ahora, Guinness World Records ha declarado que está investigando si el animal portugués vivió realmente 31 años y 165 días, después de que varios veterinarios cuestionaran si sería biológicamente posible que un perro viviera el equivalente a 200 años humanos.
La sospecha de que Bobi no tenía en realidad 31 años cuando murió fue planteada por Danny Chambers, un veterinario que dirige Veterinary Voices, un grupo formado por más de 18.000 profesionales. "Ninguno de mis colegas veterinarios cree que Bobi tuviera realmente 31 años", afirmó Chambers.
El veterinario declaró a The Guardian que 31 años de vida de un perro equivalen a "que un ser humano viva más de 200 años" y reforzó que "dadas nuestras capacidades médicas actuales, es completamente imposible". Danny Chambers afirmó además que el ejemplo de Bobi era defendido por fanáticos que creen que la comida para perros "mata a las mascotas".
Somos conscientes de las cuestiones que rodean a la edad de Bobi y las estamos investigando", declaró un portavoz de Guinness World Records, tras suscitarse la polémica. El perro fue "coronado" por Guinness World Records el 1 de febrero de 2023, con 30 años y 266 días. En ese momento, el perro más viejo era Skipe, un chihuahua, de Ohio, que murió con 23 años y siete días en 2022.
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