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San Lucas, médico en Antioquía y pintor, se convirtió a San Pablo y después fue su compañero de trabajo. Se le conoce sobre todo como el historiador del Nuevo Testamento. Aunque no fue testigo presencial de la vida de Jesús, el evangelista recogió información de los apóstoles y escribió, como él nos dice, todas las cosas en orden.

Los Hechos de los Apóstoles fueron escritos por este evangelista como una secuela de su Evangelio, llevando la historia de la Iglesia hasta el primer encarcelamiento de San Pablo en Roma. El humilde historiador nunca se nombra a sí mismo, pero por el uso ocasional del "nosotros" en lugar de "ellos" podemos detectar su presencia en las escenas que describe. Así, encontramos que navegó con San Pablo y Silas desde Troas a Macedonia; permaneció aparentemente siete años en Filipos y, por último, compartió el naufragio y los peligros del memorable viaje a Roma.

Créditos: PA; Autor: PA;

Aquí termina su propio relato, pero por las Epístolas de San Pablo sabemos que San Lucas fue su fiel compañero hasta el final. Murió mártir algún tiempo después en Acaya.