Para justificar el mantenimiento de la evaluación, Fitch señala el superávit presupuestario en 2023 y el buen comportamiento presupuestario que estima que continuará, incluso si el contexto de "incertidumbre política" resultante de las elecciones da lugar a algunos "riesgos a la baja".

Se trata de la primera vez este año que Fitch comenta la calificación de la deuda pública portuguesa, después de que el 29 de septiembre del año pasado elevara la nota de Portugal de 'BBB+' a 'A-', manteniendo la perspectiva como estable.

"Portugal registró un superávit presupuestario estimado en el 1,3% del PIB [Producto Interior Bruto] en 2023, 0,8 puntos porcentuales mejor que nuestra previsión en la última revisión del rating", afirma la casa de calificación norteamericana, un valor que se compara "favorablemente" con la media de las economías con calificación 'A', destacando Fitch también la "reducción sostenida de la deuda".

La agencia de calificación afirma que el resultado de las elecciones del 10 de marzo -con Luís Montenegro como candidato a un Gobierno que no cuenta con el apoyo de la mayoría de los diputados del Parlamento- y la "difícil dinámica" entre los potenciales socios de la coalición podrían dar lugar a "un período de incertidumbre política" con negociaciones prolongadas y la "posibilidad de nuevas elecciones".

Aún así, Fitch considera que "partiendo de un cierto grado de consenso político sobre políticas fiscales prudentes", su escenario base es que esta situación "no se traducirá en una relajación fiscal significativa".

La decisión de Fitch de mantener la evaluación de la deuda soberana portuguesa y la perspectiva se corresponde con lo anticipado por los analistas consultados por Lusa, que vaticinaban que la agencia querría "esperar y ver", teniendo en cuenta el contexto actual de formación de un nuevo Gobierno y la situación política.

En el comunicado, la agencia norteamericana destaca la "reducción sostenida de la deuda", que pasó del 135% del PIB a finales de 2020 a una ratio por debajo del 100% del PIB a finales de 2023, señalando que fue una de las mayores reducciones entre los países con calificaciones equivalentes.

"La dinámica favorable de la deuda está impulsada por la combinación de un fuerte crecimiento económico real y nominal y superávits presupuestarios", añadiendo que esperan que la ratio de deuda caiga hasta el 92% a finales de 2025.