Manuel Roque, arquitecto jefe del proyecto, lo describió como "una empresa muy exigente y compleja", en la que participaron más de 20 especialistas a lo largo de más de un año. El edificio será la primera infraestructura cultural del país que obtenga la certificación LEED, una norma de la UE reconocida internacionalmente para construcciones adecuadas.
Roque, cuya empresa tiene su sede en Guimarães, destacó su experiencia previa en el diseño de espacios culturales como el Cine Teatro Vila Flot y el teatro Caldas da Rainha.
El CAEV albergará una de las mayores salas de espectáculos de la región Centro de Portugal, con 1.005 localidades, sólo superada por el Convento de São Francisco de Coimbra, que tiene 1.093. Otros distritos como Guarda, Castelo Branco, Leiria y Aveiro ofrecen menos de 1.000.
En un discurso pronunciado en el Ayuntamiento de Viseu, Roque subrayó que el centro está concebido para estar en "diálogo constante con la ciudad y su gente", y servirá como un espacio versátil destinado a ser visitado con regularidad, "una metáfora de una ciudad" por derecho propio.
El edificio, de 13.500 metros cuadrados de construcción, tendrá una superficie de 10.00m2 e incluirá un escenario principal de 542,2, una sala de ensayos, espacio para exposiciones, oficinas administrativas, un bar, una zona de café-concierto y un restaurante panorámico con terraza. También contará con un anfiteatro al aire libre con 760 localidades, zonas verdes y un aparcamiento subterráneo con más de 100 plazas.
Situado en la entrada norte de la ciudad, cerca de los juzgados, los materiales del centro reflejarán sus funciones interiores mediante sutiles cambios de color creados por cristales tintados.
El Alcalde Fernando Ruas, que calificó el centro de su "proyecto más esperado", espera inaugurarlo él mismo, aunque se muestra tranquilo sobre los plazos y los cambios políticos tras las elecciones locales de octubre.