En un comunicado, la AMN aconseja la vigilancia permanente de los niños, que deben "estar siempre cerca de un adulto", tipificando como conductas de riesgo acercarse al agua, caminar por la arena mojada y dar la espalda al mar sin una distancia de seguridad, para evitar "ser sorprendidos por una ola".

La entidad, encargada de coordinar las actividades nacionales que llevarán a cabo la Armada y la Dirección General de la Capitanía Marítima, insiste en que, en esta época del año, el mar sigue representando "un alto riesgo por los efectos de la agitación marítima".

La AMN advierte también del hecho de que "la inmensa mayoría de las playas portuguesas" siguen sin ser vigiladas, lo que significa que "la respuesta a una situación de socorro puede retrasarse".

"Si es testigo de una situación peligrosa en el agua, no entre y pida ayuda llamando al 112", dice el comunicado.

El Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera(IPMA) indicó que a partir del jueves las temperaturas estarían "muy por encima de la media para la época del año", con máximas de entre 25 y 27 grados, llegando a los 30 grados en algunas zonas.


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