Los esfuerzos en cuestión, que se centran en programas dirigidos a un rendimiento más sostenible y en acciones diseñadas para reducir la contaminación atmosférica, pretenden reducir los niveles de consumo de energía hasta 2050 en Ovar, el distrito de Aveiro. Con estas medidas se pretende reducir el consumo de energía en un 90% respecto a los niveles oficialmente documentados en 2005, cuando el consumo anual total del municipio alcanzó los 925.991 megavatios por hora.
Ya en 2005, "el uso de energía en el transporte correspondía al 46 por ciento del consumo, seguido de los edificios residenciales, con el 24 por ciento del gasto, y la industria, con el 18 por ciento", según datos del Ayuntamiento. Los productos petrolíferos representaron el 59 por ciento del total de las fuentes de energía, mientras que la electricidad generó el 28 por ciento del uso total de energía. Aunque estos consumos se han amplificado, los principales objetivos del Ayuntamiento son triples y progresivos y se centran en reducir las emisiones de dióxido de carbono y sus equivalentes "al menos un 55 por ciento para 2030", "entre un 65 y un 75 por ciento para 2040" y "un 90 por ciento para 2050".
Las medidas para mitigar el cambio climático, que se centran principalmente en "mejorar la eficiencia energética y aumentar la producción de energías renovables", son aplicables a diversas industrias y sectores, como "los edificios públicos, de servicios y residenciales, la industria, el transporte, la agricultura y la ganadería". Además, el municipio también planea mejorar la red de estaciones de recarga de vehículos eléctricos, desarrollar la red de rutas ciclistas y peatonales y ofrecer un servicio gratuito de bicicletas a la comunidad para 2030.
La electrificación de la maquinaria consumidora de combustibles fósiles en edificios e infraestructuras municipales, la sustitución progresiva del parque automovilístico municipal y la sustitución de los vehículos de recogida de residuos y limpieza urbana "por vehículos eléctricos, híbridos enchufables o de hidrógeno" son las principales áreas de atención para los años comprendidos entre 2030 y 2050. En cuanto a los objetivos a largo plazo, incluyen la investigación de formas de "utilizar el agua de lluvia y las aguas grises, y para la reutilización de las aguas residuales tratadas", con fines agrícolas, y la ayuda al desarrollo de comunidades energéticas en el sector industrial.
Domingos Silva, Presidente de la Cámara de Ovar, ha compartido su voluntad de que toda la comunidad de Ovar participe en estos esfuerzos: "Considerando que las cuestiones relacionadas con el cambio climático han tenido un impacto no sólo ambiental, sino también social y económico, el Municipio pretende reforzar su acción con la participación de toda la comunidad, siendo aquellas empresas, servicios públicos e instituciones financieras, así como ciudadanos, asociaciones, cooperativas, instituciones de educación e investigación, polos de innovación y desarrollo, etc.".