La economía circular se ha convertido en un modelo clave para que los países protejan el medio ambiente al tiempo que fomentan el crecimiento económico, y su principal objetivo es reutilizar y reciclar los materiales y productos existentes durante el mayor tiempo posible.
Un estudio comparó los países de la UE utilizando cinco categorías: producción y consumo; gestión de residuos; materias primas secundarias; competitividad e innovación; sostenibilidad ecológica y resiliencia.
Aunque distintos países destacaron en diferentes categorías, Italia encabezó la clasificación con 45 puntos, seguida de Alemania con 38 puntos y Francia con 30 puntos.