El Gobierno quiere "crear un instrumento de canalización de capital privado para la inversión social en proyectos de integración de inmigrantes", a saber, "Permisos de Residencia para Inversión Social - un cambio en relación con el alcance de los Permisos de Residencia para Inversión (ARI), para incluir las inversiones realizadas en equipamientos e infraestructuras de acogida, proyectos de integración y apoyo a inmigrantes en situación de vulnerabilidad", según el documento.
"Esta ampliación del ARI se suma a la prevista en 'Construir Portugal' para la inversión en vivienda a costes controlados o renta asequible", recuerda el Ejecutivo en el plan migratorio.
Además, el Gobierno pretende poner en marcha un "sistema de intermediación y acreditación de la inversión social, concretamente a través del FAMI (Fondo de Asilo, Migración e Integración)".
Otra medida para atraer inversión privada pasa por "aplicar el modelo de Bonos de Impacto Social al ámbito de la migración para aumentar las oportunidades de integración en el mercado laboral y las condiciones de acogida, compartiendo el desarrollo de respuestas con inversores y el sector filantrópico".