La aerolínea irlandesa de bajo coste informó el lunes de que la bajada de los precios de la primavera provocó un descenso del 46% en sus beneficios, que ascendieron a 360 millones de euros en los tres meses finalizados el 30 de junio.

La tarifa media disminuyó un 15% interanual, hasta 42 euros, mientras que el número de pasajeros aumentó un 10%, hasta 55,5 millones.

El Consejero Delegado, Michael O'Leary, comentó: "Aunque la demanda del segundo trimestre es fuerte, los precios siguen siendo más bajos de lo que esperábamos, y ahora prevemos que las tarifas del segundo trimestre sean materialmente más bajas que las del verano pasado".

El aumento del número de pasajeros mitigó el impacto en la facturación global, ya que los ingresos cayeron sólo un 1%, hasta 363.000 millones de euros. Se prevé que el número de pasajeros aumente un 8% en el conjunto del ejercicio.

Estas cifras indican que el repunte de los precios de las compañías aéreas tras la pandemia está disminuyendo, ya que otras compañías también han advertido recientemente sobre los precios de los billetes.

En general, los clientes reservan las vacaciones de verano más tarde de lo habitual, probablemente debido a la crisis del coste de la vida.

A principios de julio, Jet2 señaló que este verano sólo habría aumentos "modestos" de precios, en medio de una tendencia a retrasar las reservas a sus destinos europeos.

Lufthansa también ha destacado las "tendencias negativas del mercado", mientras que Air France-KLM advirtió de un impacto financiero tras un número de reservas menor de lo esperado para los próximos Juegos Olímpicos de París.

Ryanair ha añadido que sus resultados estivales "dependen totalmente de las reservas cercanas y de los rendimientos en agosto y septiembre".

O'Leary también criticó a los controladores aéreos europeos por la reducción del número de vuelos durante el periodo.

Afirmó: "En los últimos 10 días de junio, experimentamos un descenso significativo de la capacidad de control del tráfico aéreo europeo, lo que provocó múltiples retrasos y cancelaciones de vuelos, especialmente en los vuelos de primera hora de la mañana."

"Esto hace que sea más urgente que nunca que la nueva Comisión Europea y el Parlamento apliquen las reformas largamente aplazadas de los ineficaces servicios europeos de control del tráfico aéreo."