Los planes sociales verdes prescribían actividades como paseos por la naturaleza, jardinería comunitaria y plantación de árboles a participantes que declaraban niveles de felicidad, ansiedad y satisfacción vital por debajo de las medias nacionales.
Con un coste medio de 507 libras por participante, los investigadores constataron que la prescripción social verde es significativamente más barata que otras intervenciones mentales.