Las autoridades de la capital italiana anunciaron su intención de poner en marcha este plan en la Fontana di Trevi, del siglo XVIII y uno de los lugares más visitados de la ciudad, como parte de sus planes para reducir las aglomeraciones y promover el "turismo sostenible".

La fuente, diseñada por el arquitecto Nicola Salvi, es una de las atracciones más visitadas de Italia y del mundo, y suele estar abarrotada de gente que lucha por echar un vistazo al icono.