Tras escuchar a Pablo predicar sobre la fe cristiana, Tecla decidió dedicar su vida a la virginidad, desafiando las expectativas de su familia y la sociedad. Su historia se conoce principalmente a través del texto apócrifo de los Hechos de Pablo y Tecla, que relata su milagrosa supervivencia a varios intentos de ejecución, incluida la quema en la hoguera y el arrojo a las fieras.

El compromiso de Tecla con la fe cristiana la llevó a convertirse en misionera, difundiendo el Evangelio y animando a las mujeres a adoptar una vida de castidad. Su resistencia a la persecución le valió el título de "protomártir entre las mujeres", lo que subraya su importancia en el cristianismo primitivo.