"Es triste, no es fácil, pero tampoco tengo nada que perder. Llevo ya 44 años trabajando. Hay compañeros míos que están en una situación mucho peor", ha declarado hoy Alzira Cupertino a Lusa, a la salida de la reunión que ha tenido lugar en el interior de la fábrica, tras informar de que el administrador concursal ha asegurado a los trabajadores el pago de sus respectivas indemnizaciones.

Se hará un inventario "de todo el material existente, luego están los burofaxes característicos y la venta de materiales. En total, hasta que lo recibamos, el gerente dice que puede tardar entre ocho meses y un año", explica Alzira, vecina de Amoreira (Abrantes), con la carta de dimisión en una mano y la incertidumbre sobre el futuro en la otra.

La empresa propietaria de la fábrica de Tupperware en Montalvo, Constância, fue declarada insolvente el lunes por el Tribunal de Distrito de Lisboa, un desenlace que ha dejado hoy a 200 personas en el paro, con los trabajadores relatando a Lusa un sentimiento de resignación ante un "desenlace esperado" pero en el que quedaba una leve esperanza de continuidad de la unidad fabril.