Sin embargo, a pesar de los fuertes lazos culturales e históricos entre los dos países, los niveles de inversión aún están por debajo de lo que muchos creen que podría alcanzarse. De acuerdo con las recientes percepciones de Paulo Ríos, representante de la Agencia de Inversiones y Comercio Exterior de Portugal(AICEP), el crecimiento de las inversiones brasileñas en Portugal ha sido significativo, pero hay mucho más potencial por explorar.

Entre 2015 y 2021, las inversiones brasileñas en Portugal alcanzaron aproximadamente 176 millones de euros, lo que representa alrededor del 4% del total de las inversiones extranjeras de Portugal. En los últimos años, sin embargo, esta cifra ha crecido una media del 12% anual. Esta tendencia al alza ha llevado a Brasil a convertirse en el segundo país inversor fuera de Europa, sólo por detrás de Estados Unidos. De hecho, los datos de principios de 2024 indican que las inversiones brasileñas han aumentado un 10% respecto al año anterior, alcanzando un total de 5.300 millones de euros. Aunque esto muestra un claro crecimiento, todo el potencial de la inversión brasileña en Portugal sigue sin explotarse.

Una de las áreas clave en las que se espera que Brasil y Portugal colaboren más es en el ecosistema de las startups. Brasil alberga una cultura de startups fuerte y dinámica, y Portugal ofrece un entorno fértil para la innovación. El mercado portugués, aunque de menor tamaño, ha demostrado ser muy prometedor en este sentido. Los inversores brasileños se sienten atraídos por el espíritu innovador de Portugal, ya que presenta una oportunidad perfecta para que las empresas prueben nuevos productos, servicios y modelos de negocio antes de expandirse más en Europa, un mercado de 500 millones de consumidores.

El sector inmobiliario y hotelero también está recibiendo importantes inversiones de Brasil. El sector turístico, en particular, ha experimentado un enorme crecimiento en Portugal, que se ha ganado el reconocimiento y los elogios por su oferta turística. Ciudades portuguesas como Lisboa y Oporto son conocidas por sus infraestructuras turísticas de alta calidad y atraen a millones de visitantes cada año. Sin embargo, el potencial del mercado brasileño, que cuenta con vastos recursos pero sigue infrautilizado en el sector turístico, presenta una oportunidad apasionante para futuras colaboraciones entre ambos países.

Las inversiones a gran escala de Brasil, como la participación de Embraer en el sector de la aviación, demuestran aún más la voluntad de las empresas brasileñas de estrechar lazos con Portugal. Embraer tiene una participación significativa en OGMA, una empresa de aviación portuguesa, que es un ejemplo de cómo las empresas de ambas naciones están creando asociaciones mutuamente beneficiosas. Este tipo de inversión no sólo ayuda a las empresas brasileñas a reforzar su posición en Europa, sino que también aporta una valiosa experiencia y crecimiento para el mercado portugués.

A pesar de estos avances, sigue existiendo un fuerte deseo por parte de la AICEP de aumentar el flujo de inversiones brasileñas en Portugal. El principal desafío consiste en mejorar el entendimiento mutuo y fomentar relaciones más estrechas entre las empresas de ambos países. Aunque el idioma compartido entre Brasil y Portugal es un activo valioso, no es suficiente por sí solo. Un mayor enfoque en educar a los inversores brasileños sobre las oportunidades en Portugal y proporcionarles apoyo local será clave para desbloquear un mayor crecimiento.

Para facilitar este proceso, la AICEP desempeña un papel esencial a la hora de guiar a los inversores brasileños a lo largo de todo el proceso de inversión, desde las fases iniciales de exploración hasta la finalización de las operaciones. Para las empresas brasileñas, en particular las que tienen interés en expandirse en Europa, Portugal representa una oportunidad muy atractiva, especialmente dado el entorno normativo favorable y la posibilidad de acceder al mercado europeo desde las puertas de Portugal.

En conclusión, existe una inmensa oportunidad para que los inversores brasileños exploren el creciente potencial del mercado portugués. Con sectores como el inmobiliario, la hostelería, las startups y la tecnología ofreciendo abundantes posibilidades, ahora es el momento de que las empresas brasileñas consideren Portugal como un socio clave en sus estrategias de expansión europea. La colaboración entre ambas naciones, aprovechando sus lazos culturales y económicos compartidos, puede allanar el camino para un éxito aún mayor y fortalecer aún más su relación económica en los próximos años.


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Paulo Lopes is a multi-talent Portuguese citizen who made his Master of Economics in Switzerland and studied law at Lusófona in Lisbon - CEO of Casaiberia in Lisbon and Algarve.

Paulo Lopes