Mucha gente tiene pájaros en jaulas como mascotas, y uno de ellos, el loro gris africano, está ahora amenazado en gran parte de su área de distribución natural debido a la deforestación extensiva, junto con la captura ilegal que causa el colapso de la población de aves en algunos países, y ahora está registrado como En Peligro en la lista de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Las estimaciones actuales de la población mundial son inciertas, y las poblaciones disminuyen en todo el mundo.
¿Son agresivos los grises africanos?
Los grises africanos como animales de compañía tienen necesidades ambientales y de desarrollo que a menudo son malinterpretadas por sus dueños. Si no se atienden, surgen problemas físicos y de comportamiento, y pueden ser despiadadamente destructivos si se les deja solos demasiado tiempo. Conocí a alguien que tenía una llamada Mabel, que un día se rebanó inesperadamente el labio al acercar demasiado la cara. Personalmente, creo que la agresividad puede estar justificada por el mero hecho de estar enjaulado, pero es sólo mi opinión.
¿Por qué son tan caros?
Los grises africanos son caros en comparación con otros loros, porque el ciclo real de adquisición de la responsabilidad legítima de estos loros poco comunes es caro. El nivel de compromiso para mantener un gris africano es enorme, al tiempo que se necesita apoyo a largo plazo debido a su promedio de vida de 40-80 años. El coste de un loro gris africano puede variar, pero en general oscila entre 1.210 y 3.000 euros, con precios potencialmente más altos según la edad del ave y sus características específicas.
Es posible tener un loro gris africano en Portugal, pero es importante conocer los requisitos legales y prácticos. El loro gris africano figura en el Apéndice II de la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), por lo que se requiere la documentación adecuada para la propiedad y el comercio legales. Es crucial asegurarse de que el ave ha sido criada en cautividad y de que el criador proporciona la documentación necesaria, o potencialmente otra documentación, dependiendo del origen del ave.
Habladores
Estos loros son muy conocidos por su excepcional capacidad de imitación y a menudo se les considera los mejores habladores entre todas las especies de loros. Pueden aprender un amplio vocabulario de palabras y frases, y pueden imitar el habla humana con notable precisión, incluso utilizando palabras en contexto. Un colega mío tenía uno que imitaba el sonido de la cisterna del inodoro, ¡lo que resultaba un poco desconcertante cuando no había nadie más en casa!
Para enseñar a hablar a un loro gris africano, hay que repetirle palabras y frases sencillas de forma positiva y atractiva, empezando por palabras fáciles como "hola" y acompañándolas de acciones o golosinas para crear asociaciones positivas. La paciencia y un entorno enriquecedor son fundamentales, ya que no todos los loros se vuelven habladores, pero los esfuerzos constantes pueden fomentar sus habilidades naturales de imitación.
¿Saben lo que dicen?
En general, no, pero algunos loros entrenados profesionalmente han aprendido a entender lo que dicen. Uno de ellos era un gris africano llamado Alex. Fue objeto de un experimento de treinta años de la psicóloga animal Irene Pepperberg, inicialmente en la Universidad de Arizona. Su nombre, Alex, era el acrónimo de Avian Language EXperiment (Experimento del lenguaje aviar). Lo adquirió cuando tenía un año y su singular relación la ayudó a comprender la mente de los animales. Los logros de Alex apoyaron la idea de que las aves pueden ser capaces de razonar a un nivel básico y utilizar las palabras de forma creativa.
Pepperberg dijo que Alex podía identificar 50 objetos diferentes y reconocer cantidades hasta seis; que podía distinguir siete colores y cinco formas, y comprendía los conceptos de "más grande", "más pequeño", "igual" y "diferente". Alex mostraba sorpresa y enfado cuando se encontraba con un objeto inexistente o distinto del que esperaba escondido durante las pruebas. Si decía "quiero un plátano", pero en su lugar le ofrecían una nuez, se quedaba mirando en silencio, cogía la nuez y posiblemente se la tiraba al investigador antes de volver a pedir el plátano. Lamentablemente, fue encontrado muerto en su jaula el 6 de septiembre de 2007, a la edad de 31 años, posiblemente a causa de un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Este concepto me parece asombroso. Pero, ¿por qué no? Otros animales aprenden respuestas -no necesariamente verbales- y los perros son buenos en ello, ¡especialmente para obtener recompensas!