"El modelo de vacunación descentralizada se mantendrá en la Campaña de Vacunación Estacional 2025-2026 contra la gripe y el Covid-19, ajustado al tipo de vacunas, población elegible y estrategias de vacunación definidas por la DGS [Dirección General de Salud]", dice la ordenanza firmada por la Secretaria de Estado de Salud, Ana Povo.
Según el Gobierno, el objetivo es "garantizar elevados estándares de eficiencia y eficacia, promoviendo ganancias en salud, aliadas a una mayor comodidad y proximidad para los usuarios, e implicando, además de la compra de vacunas, un impacto presupuestario de hasta 7.600.000 euros, correspondiente a la remuneración total que se pagará a las farmacias".
Destaca que, basándose en la evidencia, que apunta a una mayor circulación de virus respiratorios en los meses de invierno, el objetivo es lanzar a tiempo la campaña de vacunación estacional para garantizar que "el mayor número de personas con derecho a ello estén protegidas a finales de noviembre, proporcionando una mayor protección durante el periodo de mayor riesgo".
En cuanto a las farmacias, el Gobierno destaca que han contribuido "muy positivamente a la agilización del proceso de vacunación, lo que ha permitido alcanzar la protección de la población en un periodo de tiempo más corto."
"La vacunación en las farmacias dispensadoras permite, además, que el Sistema Nacional de Salud reasigne sus recursos a otras actuaciones relacionadas con la vacunación y la prestación de la atención y seguimiento de los pacientes", señala la ordenanza.
El Ministerio de Sanidad pone a disposición de las farmacias que reúnan las condiciones necesarias, como disponer de un servicio de administración de vacunas y contar con profesionales con formación específica para administrarlas, las vacunas antigripales y Covid-19 para su vacunación.
Según la ordenanza, las farmacias pueden operar con horario ampliado, y la lista de farmacias está disponible en las páginas web del Servicio Nacional de Salud, la DGS e Infarmed.
"La vacunación frente a la gripe y Covid-19 es una intervención de salud pública de gran importancia para prevenir la transmisión, reducir la morbimortalidad en las personas de mayor riesgo y permitir al sistema sanitario gestionar las presiones invernales, contribuyendo a reducir la demanda asistencial y la probabilidad de hospitalización".